
No se debería escribir sin antes visitar estas páginas de Castillo.
El libro me lo regaló Salem, luego de verme estropear párrafos impunemente.
No es un manual, no hay tratados ni reglamentos. El autor cuenta su experiencia literaria de manera tal que uno tiene la sensación de estar escuchándolo hablar en una mesa de café (estimo que así fue escrito).
0 Murieron un poco menos: